Sonríe a la vida y la vida te devolverá esa sonrisa



Mucho tiempo sin vernos, motivos de trabajo y escuela nos alejaron un poco, sin embargo, en mi cabeza estaba muy presente el poder volver a tener un tiempo para compartir tantas cosas que tengo por escribir. Gracias por tu paciencia, hoy aquí estamos y esto, como cada publicación, es lo que sale de mi corazón. 

Muchas veces me detengo a pensar en mi futuro, creo que soy un soñador nato, que quiero planear cada cosa que se cruza por mi cabeza para estar preparado para lo que viene, he encontrado un problema en ello, cuando las cosas no salen como las pienso, llega la frustración, y es por eso que me detuve a analizarlo con más detenimiento. 

Soy un fiel creyente que todos en esta vida nacimos para hacer “algo”, para trascender desde cualquier trinchera en la que nos encontremos, cada uno llegamos a esta vida con una misión muy específica que vamos desarrollando a lo largo de los años, estamos en este mundo para continuar dejando en los demás algo más allá de lo que incluso podríamos imaginarnos. Y sí, todos estamos aquí para hacer algo distinto, pero… ¿Cuál es la misión que tenemos? 

Me podrías decir que la misión principal por la que venimos es para ser felices, y perfecto, no te lo discuto, pero, dicha afirmación no es otra cosa más que una decisión, podemos decidir serlo y con eso sentir que hemos llegado al objetivo, pero me llena más la ilusión de saber que venimos por algo más grande, que estamos aquí para compartir algo más allá de nosotros, que somos capaces de desprendernos un poco de nuestro egoísmo, de nuestra vanidad, de nuestros deseos banales y simples, que somos capaces de darnos a los demás, de llevar mensajes positivos, de aliento, que aún siendo felices, lleguemos a impactar tanto en las personas, que esa felicidad se vuelva un modo de vida para que todos y cada uno de los que se topan en nuestro entorno, repliquen esa misma actitud de fe y amor. 

Exacto, muchas veces pensaremos que tanta es la carga que tenemos sobre nuestros hombros, que no seremos capaces de hacer algo más allá de ello por otros, pero te invito a detenerte por unos momentos, a pensar que el simple hecho de estar vivos, ya es un regalo que no podemos desperdiciar, como lo hemos platicado con anterioridad, el tiempo pasa y no regresa, y ensimismarnos en nuestros problemas, y en nuestras vicisitudes, nos detiene a emprender un viaje más profundo. 

En esta ocasión seré muy breve, quiero irme concretamente a una misión que en los últimos tiempos he analizado con mayor detenimiento y no es otra cosa, sino llevar al que se cruce por nuestras vidas, vibras, actitudes, sensaciones y mensajes positivos. Nuestra actualidad y nuestro entorno vive momentos difíciles, cada vez nos encontramos con más injusticias, violencia, estamos acabando con nuestro planeta, pero principalmente nos estamos destruyendo entre nosotros, únicamente buscamos ser mejores pero sin importarnos a quien nos llevemos en medio, y no, no debe de ser así, que el éxito de otro no te produzca envidia, al contrario, entre más triunfemos, seguramente traerá consigo una mejor sociedad. 

Es por ello que te invito a lo siguiente: Si aún no tienes definida tu misión, si sientes que a lo mejor profesionalmente todavía no cumples tus metas, si consideras que te faltan muchas cosas por hacer, únicamente piensa que cada pequeña acción de esta vida que busque hacer mejor a otro, vale la pena. 

Levantarte temprano, tener un detalle con quien quieres, sonreírle a un extraño, decirle te quiero o te amo a alguien, tratar con amabilidad al que se cruce en tu camino, llevar mensajes positivos con palabras y con acciones, que sin duda hagan de tu prójimo una mejor persona, o que por lo menos, alegres su día. No sabemos lo que esa persona está pasando y que a lo mejor, el hecho de vernos, de ver nuestras acciones, de escuchar nuestras palabras, mejoren su situación. 

Por eso, hagamos de los mensajes positivos, de la buena vibra y de una sonrisa, una forma de vida y una misión pequeña, que en lo que encontramos realmente el por qué de nuestra existencia, estemos impactando con amor y alegría a los demás. 

Hoy, como siempre… ¡GRACIAS! 

Arturo Sumano Ojeda.




Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares